El futuro del Burgos está garantizado
La cantera burgalesa se hizo presente en Zaragoza con Saúl del Cerro e Iván Martínez como grandes protagonistas, ambos firmaron una grandísima actuación, demostrando una vez más que tienen nivel más que suficiente para estar en el Burgos CF
La Copa del Rey es una competición donde los menos habituales pueden aprovechar las oportunidades que les da, en este caso, Luis Miguel Ramis, para ganarse un puesto en el once o una mayor participación en el equipo durante la competición liguera.
Eso mismo han hecho Iván Martínez y Saúl del Cerro en partidos como el de Tordesillas y Zaragoza para mostrarse una vez más como centrales de rigor a tener en cuenta no solo de cara al presente, sino también al futuro debido a su corta edad.

El partido que firmaron ambos futbolistas es de valorar por todo lo que significa. Salir de titular en una eliminatoria de Copa del Rey frente a un rival de tal envergadura como es el Zaragoza no es fácil. Muchos futbolistas en su situación afrontarían el encuentro con cierto nerviosismo por querer demostrar al entrenador toda su valía. En cambio, Saúl e Iván, desde el inicio, salieron con confianza al terreno de juego, lo cual se reflejó rápidamente con acciones defensivas de mérito. Durante los 120 minutos se mostraron sólidos, contundentes y seguros. Es más, el Zaragoza no pudo generar demasiadas acciones de peligro por el buen hacer de los centrales visitantes. Además, estuvieron muy atentos a las ayudas y correcciones a sus compañeros, transmitiendo a estos total tranquilidad. En ningún momento mostraron signos de debilidad, lo cual habla muy bien de ellos. En definitiva, firmaron un encuentro muy completo.
Hay muchísimos jugadores que tienen talento como el de Iván y Saúl, pero no tantos tienen la capacidad de soportar la presión que supone estar en un equipo de Segunda División o jugar partidos de tales características e importancia. Ahí es donde se ve la clase de jugador que es cada uno y si de verdad está preparado para seguir dando pasos en su correspondiente carrera. Y, al parecer, a esta pareja no les tiembla el pulso cuando hay que asumir responsabilidades.
Todo lo que mostraron ayer Iván y Saúl se resume con personalidad, algo que les hace diferentes al resto y que puede ser la clave de su crecimiento como futbolistas.

Hay que destacar también la excelente actitud que tienen ambos. Especialmente la de Saúl, que ha tenido un poco más de recorrido en el primer equipo. Nunca se ha quejado de los minutos que le han ido dando los diferentes entrenadores que ha tenido en el Burgos, sino todo lo contrario. Siempre que ha dado declaraciones a los medios de comunicación, ha mostrado su total compromiso con el equipo. Saúl ha estado trabajando en la sombra esperando su momento. Los valores que muestra de trabajo, sacrificio y amor por el club le hacen estar en el camino correcto. Por tener talento y destacar por encima de los demás no te asegura en absoluto el éxito; eso se trabaja. Si tienes el talento, pero no lo explotas, no sirve de nada.
En definitiva, ayer todo burgalés que viese el once se tendría que ilusionar al ver futbolistas tan jóvenes sobre el verde defendiendo el escudo del Burgos como si les fuera la vida en ello. Y es que, con jugadores como los ya nombrados unidos a los Marcelo Expósito, Fermín García o Ethan, entre otros, el futuro del conjunto blanquinegro está garantizado.


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