Los almogávers no han logrado salvar la situación y están demasiado lejos de la salvación a falta de 8 partidos
Toda la temporada se ha ido repitiendo la misma historia. Unos días mejor, otros días peor, pero el Costa Brava no ha sido capaz de sacar demasiadas victorias en las jornadas de la novedosa Primera RFEF Footters. La competitividad del equipo ha estado presente en la gran mayoría de enfrentamientos, pero si no se consiguen puntos todo se complica con el paso de las jornadas.
Llegó invierno, y con él una inversión de los nuevos propietarios de la entidad para reconducir la situación. Fichajes de renombre como Álex López de Groot, Nuha Marong o Sergio Gil aterrizaron en el Municipal de Palamós-Costa Brava. No obstante, esto no ha servido para que el equipo saque mejores resultados pese a que las sensaciones han mejorado.
Un cúmulo de circunstancias han llevado a los de Óscar Álvarez a ocupar la penúltima plaza del Grupo II de Primera RFEF con tan solo 25 puntos en 30 duelos. La media sale a menos de 1 punto por partido, cifras que no dan para la salvación. Actualmente, los azulgranas se encuentran a 13 puntos de la permanencia, que marca el Atlético Sanluqueño con 38.
Hay varios equipos metidos en la pelea, aunque todos (exceptuando al Betis Deportivo) cuentan con más de 30 unidades en sus casilleros. Las últimas 8 jornadas, dónde aún se disputarán 24 puntos, serán cruciales para todos. Los más «desahuciados» son el filial bético y el Costa Brava, quienes en pocas semanas podrían certificar su descenso. Por su parte, UCAM Murcia está con 31, a 7 de la permanencia; las sensaciones no invitan al optimismo en el BeSoccer La Condomina, pero todo es posible.
Cierto es que matemáticamente aún es posible conseguir esa salvación, pero es algo prácticamente imposible viendo el transcurso de la temporada. De hecho, tal y cómo ha podido saber este medio, desde la zona noble de la entidad ya se trabaja en aspectos de la próxima campaña, cómo es el nuevo feudo. El equipo no seguirá disputando sus partidos como local en Palamós, dado el elevado coste para la entidad.
Aún hay muchas incógnitas en el aire que se irán resolviendo con el paso de los meses. Una de esas incógnitas será la plantilla, que de confirmarse el descenso cambiará mucho de cara a la próxima campaña. Salvo sorpresa mayúscula, el Costa Brava competirá en el grupo III de la Segunda RFEF y trabajará para volver a la categoría de bronce.

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